Luz: Prefiere luz brillante pero indirecta. Evita la luz solar directa, ya que esto puede dañar las hojas.
Temperatura: Prospera en temperaturas cálidas y húmedas. Se debe evitar la exposición a corrientes de aire frío.
Riego: Mantiene el sustrato ligeramente húmedo, pero evita el encharcamiento. Permite que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar.
Suelo: Utiliza un sustrato bien drenado y de buena calidad. La Dieffenbachia prefiere un suelo ligeramente ácido.
Humedad: Aprecia niveles de humedad relativamente altos. Puedes aumentar la humedad alrededor de la planta utilizando un humidificador o colocando la maceta sobre un plato con agua.
Alimentación: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes fertilizar la planta mensualmente con un fertilizante equilibrado.
Pérdida de Hojas: Puede ser causada por condiciones de luz inadecuadas, riego excesivo o insuficiente, o cambios bruscos de temperatura.
Manchas en las Hojas: Las manchas marrones pueden ser resultado de la exposición a la luz solar directa.
