Humedad: Aunque las Hoyas pueden tolerar niveles de humedad moderados, aprecian ambientes más húmedos. Aumenta la humedad ambiental rociando agua alrededor de la planta o colocando la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua.
Fertilización: Fertiliza la Hoya durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado líquido diluido. Reduce o suspende la fertilización durante el otoño e invierno cuando la planta experimenta un crecimiento más lento.
Poda: La Hoya responde bien a la poda para controlar su forma y tamaño. Puedes podar para darle forma o para eliminar tallos muertos o enfermos.
Floración: Las Hoyas son conocidas por sus flores fragantes y únicas. No todas las Hoyas florecen, pero si tu planta lo hace, no es raro que lo haga en primavera o verano. Proporciónales un periodo de descanso en invierno, reduciendo ligeramente el riego y la fertilización, para fomentar la floración.
Soporte: Algunas variedades de Hoya son enredaderas y pueden beneficiarse de un soporte, como una vara o enrejado, para ayudarlas a mantenerse erguidas.
Siguiendo estos consejos generales, podrás mantener una Hoya saludable y hermosa en tu hogar. Como siempre, es útil conocer la variedad específica de Hoya que tienes, ya que algunas pueden tener requisitos ligeramente diferentes. Observar la planta regularmente te permitirá ajustar los cuidados según sea necesario.