Al poto le gusta la humedad ambiental (no tanto en el sustrato). Es muy conveniente pulverizar las hojas de vez en cuando. Si en verano se sobrepasan los 25ºc dentro de casa será casi una necesidad. Una alternativa interesante es colocar un platito o bandeja con agua debajo de la maceta.
En cuanto al riego, debe ser moderado: estaría bien regar los potos cada 10 días en invierno y cada 5 días en verano. Si lo regamos en exceso las hojas empezarán a ponerse marrones. Cabe destacar que, en cierto modo, a los potos les gusta el ambiente húmedo.
Lo ideal es colocar la maceta en una zona iluminada de casa, pero nunca sol directo, pues sus hojas pueden terminar por palidecer. Con iluminación ineficiente, tu poto perderá color en el follaje y, por consiguiente, atractivo.